jueves, 22 de mayo de 2014

¿Podrá la oposición unirse en un solo frente?

¿Podrá la oposición  unirse en un solo frente?

Rafael Archondo
Periodista
A nosotros nos han llamado la "disidencia democrática”, pero adentro del MAS esto es mal entendido, porque ven la disidencia como traición. (Rebeca Delgado)
Ahora que las elecciones ya tienen  convocatoria para el 12 de octubre, dos parecen ser los principales postulantes a la Presidencia por un probable frente único de oposición: Juan Del Granado y Samuel Doria Medina. El candidato a la vicepresidencia de la coalición sería propuesto por los "demócratas” de Rubén Costas.  
Para discutir sobre las posibilidades de confluir en un solo nombre para encabezar la campaña, convocamos a dialogar a cuatro mujeres muy bien informadas, dos de ellas parlamentarias: Marcela Revollo (MR), del Movimiento Sin Miedo (MSM); Rebeca Delgado (RD), diputada disidente del Movimiento Al Socialismo (MAS); Moira Zuazo (MZ), politóloga, y Jimena Costa (JC), dirigente del Frente Amplio, articulado a Unidad Nacional (UN). Esto fue lo que nos dijeron.
P: ¿Cuál podría ser el método para elegir al candidato de una oposición unificada?
JC: Veamos primero el escenario y las tendencias de la última década en el sistema de mediación política. Encontramos una polarización cada vez mayor en el voto popular. Lo hemos visto en 2005, lo volvemos a ver en 2009. Hay varias fuerzas que participan, pero la mayoría no llega ni al umbral, saca 1% o 2% y no tiene mayor importancia. El voto se ha concentrado hasta en un 93% y se reparte entre las dos primeras fuerzas. Entonces el primer elemento  para pensar es que aunque haya varios actores de la oposición, en 2014 la polarización se va a repetir y por supuesto que va a ir en beneficio de Evo Morales, si es que no hay unidad de la oposición. 
Uno solo va a concentrar los votos de los descontentos, mientras el resto va a tener una votación menor, y esa división, por muy pequeña que sea, le quitará fuerza al que podría ser segundo. Además, las diferentes encuestas nos muestran que no sólo es posible llevar a Evo a una segunda vuelta, sino que en los meses que quedan se le puede incluso ganar en primera vuelta. En la última encuesta de Página Siete, cuando preguntan si votaría por un candidato de unidad frente a Evo Morales, la diferencia entre éste y Evo es apenas de cuatro puntos, 38% para Morales y 34% para el candidato de la unidad, aún sin nombre. Eso nos prueba otra vez que la unidad no es un asunto sin importancia. Para nosotros, la voluntad política es poner primero el país y después los intereses personales, partidarios y todo lo demás.  La gente pide unidad. Es una decisión que el pueblo boliviano ha tomado y la mediación política, que está recuperando espacios y se está fortaleciendo, tiene la obligación de escuchar a ese pueblo. 
Nosotros estamos insistiendo en que si ya hay una alianza establecida entre el MSM y los "demócratas”, el siguiente paso debería ser la unión entre esa alianza y el Frente Amplio. Ojalá toda la oposición democrática entienda que debemos unirnos. 
MR: Un tema muy importante es la construcción de las organizaciones políticas. El país ha transitado de la valoración de estas organizaciones hacia su desvalorización completa. Yo creo que se debe revalorizarlas y en ese sentido, en el MSM hemos iniciado desde hace más de dos años un proceso de democratización interna y trabajo colectivo, donde temas  como la representación de jóvenes y mujeres tiene que estar garantizada de acuerdo a la Constitución y a las normas internas del partido. Es algo que no se comprende bien y estamos en riesgo de que las encuestas sustituyan a la organización política. 
P: ¿Las encuestas no deberían valer tanto?
MR: Lo más grave es que las encuestas se conviertan en destino.  Son un parámetro para reflexionar en tu colectivo político con otros colectivos, porque la democracia, por principio, es articulación, es una articulación permanente, el campo amigo-enemigo es muy dinámico. Si tu base ideológica y política es firme, puedes hablar con quien creas que tenga valores o visiones en sentidos distintos y compartidos, de  esto se trata.
Nosotros vamos a seguir siendo un movimiento de izquierda, ligado a los sectores populares. Vamos a seguir enarbolando la libertad, la igualdad, los principios de reciprocidad, de dignidad y de redistribución equitativa en cualquier escenario. Por eso es nuestra comunidad política la que finalmente decide,  las encuestas sólo son parámetros. 
El otro elemento que me parece grave es que sigamos amenazando con la polarización. El que no se une, muere: Evo dice: "El que no está conmigo, está contra mí”; Sánchez Berzaín dice: "Si no se unen, están a favor de la dictadura”. ¡Por Dios!, tenemos que romper ese signo del temor. Tenemos que hablar políticamente. ¿Cuál es la alternativa de este país?, ¿qué es lo que el país necesita?, ¿qué hace que se justifique la existencia de una propuesta política?  Es al revés. Nuestra aproximación, que no se ha convertido todavía en alianza con los "demócratas”, ha partido de ese principio, hablar primero de qué es lo que el país necesita y qué justifica que trascendamos un límite ideológico, una historia, para darle al país una alternativa. De eso se trata.  Y obviamente yo respeto otras visiones, pero no es aceptable el chantaje, una pseudo-convocatoria para pensar que la polaridad es lo único que va a salvar a este país. Lo que va a salvar a este país es la pluralidad abierta y constructiva, propositiva y alternativa.
JC: He sido aludida. Entiendo que tú creas en algo, Marcela, yo también tengo mis creencias, pero no te estoy hablando de los deseos que tengo, sino de las tendencias reales del voto en elecciones. No te estoy diciendo: "Yo creo que se va a polarizar”, lo que te digo es que hace una década, las tendencias nos muestran que ya existe una polarización.
MR: Pero ése es un dato, una estadística…
JC: No es algo que de repente ha surgido… y yo sé que a ustedes les gusta mucho hablar del miedo… "con miedo o sin miedo”, está bien, pero acá yo te estoy planteando una realidad. 
MR: Yo también te estoy hablando de los datos de las encuestas como realidad.
JC: Es decir, hay unas tendencias que nos muestran algo que puede ocurrir.
MR: Pero yo no me puedo quedar con eso. Yo soy política, y de lo que se trata es de modificar esos escenarios, no conformarse con ellos.
JC: Bueno, está bien. No te puedo decir lo que tú puedes o no puedes hacer, lo que te estoy explicando es que ya existe en la realidad política una polarización. Eso no se lo puede negar, pero más allá de eso, hay que ver lo que la ciudadanía pide, y le pide unidad a la oposición.
RD: Lo que nosotros vemos en este debate es una ausencia de contenido ideológico, en lo que nosotros creíamos que debía ser y ya no es el MAS. A nosotros nos han llamado la "disidencia democrática”, pero adentro del MAS esto es mal entendido, porque ven la disidencia como traición, a pesar de que en el mismo reglamento y estatuto orgánico del MAS se señala que la disidencia es un pilar de la democracia. Por eso creo que se trata de darle contenido ideológico a algo que ha quedado vacío en el MAS. Me refiero a los dos pilares del proceso de cambio que, yo diría, eran esenciales en el MAS: el indigenismo y el socialismo. Ambos se les han caído.  El primero se ha caído con la carretera del TIPNIS y la violación de los derechos humanos en Chaparina. En cuanto al otro tema, el del socialismo, estamos yendo hacia un capitalismo de Estado y resulta que éste es el gobierno más neoliberal, porque tiene acuerdos con empresas transnacionales y no ha cambiado el patrón de desarrollo económico extractivista, primario exportador, que ha marcado históricamente el desempeño económico. Esos dos pilares ya no están. Están en la Constitución, pero no en las políticas públicas ni en las leyes. Cuando uno cuestiona ese tema, resulta que eres un traidor. Pero, ¿quién es el verdadero traidor? 
A partir de ese contenido ideológico es que podemos hablar de alianzas. Ahora, ¿qué estamos viendo? Una oposición sin ninguna ideología política, unida simplemente por intereses personales, que no llevan al país a ningún lado. Por eso tenemos una Asamblea Legislativa Plurinacional aplazada. Entonces, ¿cómo podemos nosotros forjar una unión si no vamos a tener una bancada mínimamente cohesionada por una visión de desarrollo y una idea de recuperar la democracia mediante la independencia de los órganos de poder? Si no hay estas coincidencias, no hay nada. Sino, vamos a tener una Asamblea peor de la que tenemos en este momento.
MZ: Estamos en un momento muy difícil. Efectivamente como bien dice Jimena, cuando miramos las encuestas hay esta petición de unidad. Somos diversos, lo hemos reconocido, qué bien que lo hemos hecho, pero al mismo tiempo sentimos esa necesidad de mirar un solo norte. Yo llamaría a esto: la ilusión de la homogeneidad. 
Jimena nos está hablando de ese dato de encuesta: 38% para el MAS, pero no es un dato que contemple el voto rural, es básicamente de capitales de departamento. Luego aparece un segundo lugar, que es un voto duro contra el MAS, yo diría que está como en el 30% probablemente, y básicamente es el voto urbano. Y luego hay un conjunto importante que yo prefiero llamarlo el voto de opinión, o también se puede hablar de los indecisos. Mi impresión es que ese votante, que en algún momento votó por el MAS,  ahora se siente defraudado. Otro asunto muy importante es: ¿cuál va a ser la calidad de la democracia en Bolivia después de las elecciones de 2014?, ¿va a haber equilibrio y control entre poderes?, ¿el Poder Legislativo va a ser un espacio donde se piensa, se reivindica el derecho a pensar, se fiscaliza y se le ponen límites al poder? , ¿va a ser sólo una caja de resonancia de los que gobiernan? 
JC: Yo debo aclarar que siempre he defendido el sistema de mediación partidaria para el funcionamiento de una democracia. Pero ahora les voy a plantear otra idea. Hay que tomar en cuenta que el contexto para hacer política ha cambiado. En esas épocas cuando la gente luchaba por la democracia, la gente se inscribía a un partido. Hoy los jóvenes no participan en los debates ideológicos y la sociedad no quiere militar en los partidos, salvo que haya la oportunidad de acceder a alguna ventaja, a un cargo público. Entonces, necesitamos también una nueva forma de construir organizaciones políticas, que tome en cuenta este hecho. Ahora hay organizaciones que no son políticas, pero que creen en un programa, una alternativa, en algo que se puede construir juntos, pero no sólo desde la política, sino desde la sociedad y ahí puede entrar gente como yo, que no quiere jurar a un partido. Yo no tengo jefazo, ni lo voy a tener, y las estructuras políticas son caudillistas en Bolivia. Evo Morales y el MAS son caudillistas; el MSM, con el Juan, lo son; UN, con Samuel, es también caudillista. Pero en el Frente Amplio no hay un caudillo, es un grupo colegiado que dirige. 
MR: Ilusiones.  Ésas son ilusiones…
JC: Tengamos la oportunidad de que los ciudadanos hagan política, sin que tengan que jurar a una estructura, mantenerse en una jerarquía y obedecer los lineamientos que, generalmente, son cupulares. Lo que estamos tratando de hacer, porque no es una cosa que se construye de la noche a la mañana —el Frente Amplio tiene ocho meses—, es que lo que nos unan sean las coincidencias en la visión, en el programa, los principios y alrededor de eso que se construya lo demás. Para nosotros, la prioridad es lo que el pueblo boliviano está pidiendo, que es una alternativa que pueda hacerle frente a Evo Morales. 
MR: Bienvenida a la realidad política… (risas). Una cosa es la racionalidad cuando se analiza desde afuera, y otra es construir comunidad política, donde tomas decisiones, donde planteas, donde hay tendencias. En el estatuto del MSM se garantiza la presencia y el ejercicio de las corrientes internas como garantía del debate político democrático. Pero hay pues líderes y no digas que el Frente Amplio es un colectivo, es una agregación de personas, pero bueno no voy a entrar en eso, ésa es tu percepción. Decir que Samuel es parte en igualdad de condiciones es una mentira. Es obvio que no es así. Tampoco digas que a nosotros nos interesa nuestra estructura y a ustedes el país. Sobre el país hay que hablar, hablaremos de temas, no de candidatos, como principio de partida.
JC: Ustedes han elegido como candidato presidencial a Juan Del Granado y lo han hecho muy temprano. Nosotros hemos tratado de hacerlo preguntando a la gente.
MR: En un proceso diferente.
JC: Pero, ¿sabes qué?, el debate no es contigo. La oposición tiene que estar unida, yo no me voy a pelear contigo aquí Marcela, porque a mí me parece que el único adversario que tengo al frente es Evo Morales. 
RD: Imagínense si tenemos que construir algo así (risas). No creo que por ahí vayan las cosas.  Lo básico tiene que ser una construcción ideológica política, que Jimena podrá llamar "principios”, "programas”, no sé. Y ahí es donde yo cuestiono a las fuerzas políticas que están acá en este momento, porque ya he visto que varios dicen tenemos 10 coincidencias, ocho coincidencias, pero no se centran en lo que realmente le interesa al ciudadano.  No estamos en un momento de caudillos ni "caudillas”. El principio podría ser: unir Bolivia, pero unirla cómo, hacia dónde. Y lo primero que deberíamos hacer es dejar de engañarnos porque aquí parece que todos se están mirando el ombligo. 
Lo que más quiere la gente son nuevos liderazgos, una renovación de la política, no quiere más estas formas que han reproducido a la élite política. Y ahí resulta cómo por la falta de contenido ideológico dentro del MAS, por ejemplo, para tener cohesionados a sus seguidores, usan el prebendalismo o finalmente la fuerza. El desafío es qué haces para salvar el país, porque lo cierto es que la democracia está en riesgo en el país.
MZ: Lo que veo en el caso del Frente Amplio son señales muy positivas, en el sentido de elegir candidatos de una forma transparente, de cara al ciudadano, donde no haya cosas preestablecidas. Pero de ahí a dar el salto y decir que "los patriotas suben a este carro”, ya es algo cuestionable.  El otro punto es la construcción de partido. Y aquí tomo lo que decía Rebeca: estamos ante un peligro grande. Creo que tenemos una construcción democrática, que ya va a la octava elección, lo cual no es poco, pero estamos en riesgo. Y voy a mover el tablero diciendo que no estamos en un momento en el que hay que pensar en posiciones. Esa Asamblea Legislativa que va a salir de las elecciones, necesita plantear pesos y contrapesos. 
MR: Se equivocan cuando dicen que el MSM no está en el camino de la construcción de una visión más amplia. Hemos dado pasos significativos, no sólo con los "demócratas”, sino con otras fuerzas, pero también es importante que los propios voceros del Frente Amplio se pregunten si realmente creen en la unidad. Las últimas declaraciones de Arturo Murillo dejan claramente establecido cuál es la visión que tienen. Por eso es importante, de verdad y en serio, y de cara al país, discutir los contenidos de un compromiso mayor.
fuente: Página 7

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