Fernando Salinas asumió ayer como director técnico de Ciclón. Volvió al club más popular de su natal Tarija con la idea de clasificarlo al seno de la Liga. En medio de ese acontecimiento se dio tiempo para referirse a la actualidad de Bolívar, por donde como jugador paseó su fútbol durante muchos años. Ve que, al mando de Xabier Azkargorta y con la formación que tiene, la Academia está en condiciones de seguir entregando alegrías a la afición nacional en la Copa Libertadores de América.
— ¿Qué opina de la campaña de Bolívar en esta Libertadores?
— Excelente, estoy muy feliz. Ayer hablé con Guido Loayza (presidente del club), lo felicité por todo lo que Bolívar está haciendo e hice llegar ese mismo saludo y felicitación al cuerpo técnico y jugadores. Todos estamos con la misma expectativa de que las cosas irán bien. Como hincha acérrimo de Bolívar sigo paso a paso lo que hace y el jueves me sentiré conforme con que ganemos así sea 1-0 para pasar a la siguiente fase de un torneo tan importante.
— ¿Cómo juega Bolívar?
— Muy bien, solamente tiene que ajustarse en los primeros minutos de cada partido y luego su gente tiene mucho poder colectivo y buenas individualidades. Incluso se da el lujo de tener a (Rudy) Cardozo en la banca, porque también es cierto que quienes juegan lo hacen bien. Soñamos con que llegue a la final y seguramente estaremos haciendo mucha barra desde el sur para ello.
— ¿Qué fortalezas ve?
— Es un equipo muy compacto desde (Romel) Quiñónez que pasa por un buen momento. La defensa cuenta con un líder con gran temperamento como (Nelson) Cabrera. En el medio está Walter Flores. Y adelante (William) Ferreira aparece en los momentos decisivos. En líneas generales es muy sólido como conjunto y ese es su éxito.
— ¿Cuál cree que sea la fórmula para ganar a Lanús en La Paz?
— Hacer lo suyo, sin volverse loco, sabiéndose superior, imponiendo ritmo, con remates de distancia y haciéndolos correr a los argentinos. Pienso que Bolívar está para llegar bastante lejos. Hay un gran equipo que puede conseguir su objetivo. El plantel está para llegar a la semifinal por los argumentos que expuso.
— Futbolísticamente, ¿cuál de los dos equipos es mejor en la llave?
— Bolívar, porque supo vencer los obstáculos más duros en esta Copa, desde jugar en un grupo complicado con equipos como Emelec, Flamengo y el León de México, y luego volver a dejar fuera a un rival bastante arruinado como es el cuadro mexicano. Prueba dura que le tocó, pues la supo superar.
— ¿Fruto de que será esta etapa de éxitos de los académicos?
— Del trabajo de la directiva, del empeño y esfuezo que ponen, todos. Los mismos jugadores pusieron lo suyo y supieron dar vuelta en momentos complicados y ahora pienso que toda Bolivia los sigue y apoya, ya no es solo su hinchada.
— ¿Qué opina de Lanús?
— Que es un buen equipo, que tiene lo suyo y logró cosas importantes, pero de verdad dudo que Lanús corra a la par de Bolívar en La Paz, a ellos siempre les costó asumir el subir, eso yo lo vi ya de jugador en las ocasiones que me tocó enfrentarlos.
— ¿Cuántas Copa Libertadores jugó con Bolívar?
— Jugué siete ediciones y nos iba bien y mal, pero esta instancia en la que está Bolívar es la mejor. Nosotros en 1986 hicimos una buena campaña, pero el torneo tenía otras características. Tuvimos un gran equipo y también tuve la oportunidad de marcar bastantes goles, creo que hice entre 24 o 26 goles y si no me equivoco les marqué a algunos argentinos, creo que cuando en un año enfrentamos a River Plate y lo goleamos en La Paz.
— ¿La campaña de 1986 fue la mejor como se dice?
— Fue buena, creo que en su momento dejamos huella, pero pienso que este equipo puede llegar mucho más lejos que nosotros.
– Nos enteramos que vuelve a dirigir a Ciclón...
– Vuelvo de años para dirigir a un club tan popular. Está el reto de armar un gran equipo con el que podamos volver a la Liga junto a mi compadre (José Antonio) Vaca.
– ¿Cómo se dio su regreso?
– Hablamos con la directiva presidida por Carlos Yeske. Dijimos que no puede ser que una ciudad con tanto progreso no tenga Liga, ahora vamos a planificar todo.
Fuente: La RAZÓN
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