lunes, 23 de junio de 2014

Droga asfixia a niños en situación de calle en Santa Cruz

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SOCIEDAD. SIETE DE CADA DIEZ NIÑOS MENORES DE EDAD QUE VIVEN EN LA CALLE UTILIZAN ALGÚN TIPO DE DROGA.

Problema público. Un informe de la Gobernación indica que el 60% en esta situación tiene hasta 12 años y la mayoría consume estupefacientes en 18 zonas de esta capital. Hay 21 centros de régimen abierto. Falta atención. El Programa de atención a niños y adolescentes en situación de calle identificó a unas 500 personas. Si bien el número de afectados disminuyó, el problema es complejo. Carencia de afecto paternal, violencia intrafamiliar y falta de recursos son algunas de las causas para que los niños terminen en la calle.

La drogadicción asfixia a los niños en situación de calle

Un informe de la Gobernación indica que el 60% en esta situación tiene hasta 12 años y la mayoría consume estupefacientes en 18 zonas de esta capital. Hay 21 centros de régimen abierto. Falta atención.
Como este pequeño, Juan y Diego hacen malabares en la calle para ganarse algunos pesos. Foto: Rodrigo Urzagasti
EL DEBER, Santa Cruz, Bolivia
Tiene 11 años, pero su aspecto lo hace ver como un niño de menor edad. Es delgado, de piel morena, cabellos cortos color negro, bajito y con las manos curtidas de tanto hacer piruetas en el asfalto. Dice llamarse Juan y, como todos los menores que están en situación de calle en la capital cruceña, se muestra desconfiado cuando se intenta entablar una conversación.   
El menor teme ser sacado por la fuerza del cruce del segundo anillo y la av. Mutualista, lugar al que acude al caer la tarde de casi todas las jornadas para intentar ganar algunos pesos jugando a ser malabarista, con la ayuda de su amigo Diego, de 9 años. Luego de convencerlo e iniciar una conversación, Juan habla de lo que hace como si se tratara de un trabajo a tiempo completo.
“Tengo que ganar dinero, porque mis padres se fueron a Chile y me dejaron con mis tíos. Pero ellos no se preocupan por lo que hago y siempre me están pegando, por eso prefiero estar en las calles, haciendo paradas de manos”, relató el pequeño, que es uno de los cerca de 500 niños y adolescentes (de hasta 18 años) que la Gobernación, a través del Programa de atención a niños y adolescentes en situación de calle, identificó en la capital y que están disgregados en 18 zonas de la ciudad.
De ese total de menores en situación de calle, el 60% tiene hasta 12 años y de este grupo, un 70% consume algún tipo de droga: clefa, marihuana, sicotrópicos y cocaína, esta última en muy pequeña escala.
Una dura realidad
El pequeño Juan comentó que, pese a que un par de veces le ofrecieron oler clefa y fumar marihuana, nunca aceptó. Sin embargo, los informes de la Gobernación, que trabaja con este programa desde 2009, muestran que hoy al menos siete de cada 10 de estos pequeños consumen algún tipo de los estupefaciente citados. “Lamentablemente esa es una realidad que se ve a diario, donde el dinero que consigue el niño lo utiliza para comprar su clefa, su ‘cheiro’, su droga. Ellos soportan así el frío o el calor”, afirmó Veneranda Ragone, responsable del programa de la Gobernación.
La presidenta de la organización Defensa de los derechos de los niños en situación de calle y miembro de la red nacional que trata esta temática, Jimena Rojas, respaldó los datos de la Gobernación y precisó que la clefa es la droga que más consume este grupo de niños.
Cleotilde Morales, directora del centro de rehabilitación Callecruz, reconoció esa realidad y a la clefa le sumó la marihuana, como dos de las drogas más frecuentes por su fácil acceso y por ser más económicas.
Aunque no lanzó cifras, consideró que la tendencia es creciente y que un niño con un año o más de consumo de drogas es muy difícil que logre rehabilitarse porque crea un hábito y construye un entorno que lo protege y lo arraiga a las calles. Morales lamentó que la carencia de afecto paternal, la violencia intrafamiliar y la falta de recursos económicos sean las principales causas de que muchos niños acaben en las calles.
Para el Defensor del Pueblo en Santa Cruz, Hernán Cabrera, la solución no pasa solo por ejecutar operativos de limpieza, a los que considera un maquillaje para la ciudad, sino por invertir en centros de rehabilitación.
Una mirada nacional
Jimena Rojas dio a conocer que un estudio realizado en 2013 y que será presentado en agosto, indica que en la capital cruceña la cantidad de menores en situación de calle ha disminuido, debido a que muchos pequeños hallaron refugios donde pasan las noches lejos de sus casas, de donde salieron por ser víctimas de abusos físicos o sicológicos.
Según Rojas, en La Paz y en la ciudad de El Alto hay varios  menores que están siendo reclutados por vendedores de droga, para convertirlos en microtraficadores de droga
La realidad de ellos es radicalmente distinta
Isabella Prado – Sicóloga Social
Cuando una persona vive en la calle, desarrolla una manera diferente de ver el mundo, de organizarse con sus pares, de entender las lealtades dentro del grupo en el que se desenvuelve e incluso las relaciones de poder que se pueden generar en el mismo.
La realidad de estos menores que están en situación de calle es radicalmente distinta a la de los demás y esto hace que cuando les proponen
llevarnos a un hogar o a un centro de acogida, su primera reacción es de rechazo, ya que esto está fuera de su lógica cotidiana.
El rescate de estos menores debe ser un proceso que se desarrolle paso a paso, ampliando la relación del personal que los asiste, para mejorar su aceptación. Los operativos, en los que son retirados de las calles por la fuerza, son vistos por ellos como una agresión.
Para encarar este problema deben existir políticas sostenidas, que lamentablemente ahora no existen. Aún se ve la disgregación y la violencia familiar, las principales causas de los niños en situación de calle, como un problema privado, siendo que las consecuencias son públicas

Veneranda Ragone:“Es mejor no darles nada, de lo contrario no dejarán la calle”

Christian Peña Y Lillo  – cpena@eldeber.com.bo
El equipo que dirige Veneranda Ragone, de la Gobernación, a diario interactúa con los niños y los adolescentes en situación de calle, tratando de persuadirlos para volver con sus familias.
  ¿Cuál es la realidad que se vive sobre los niños en situación de calle?
Esto ha mejorado bastante, porque hemos hecho un trabajo hormiga diario y hemos visto que la mayoría ya no se encuentra en las calles, quiero pensar que están en los centros o que, de lo contrario, ya han vuelto a su familia. La cantidad de menores que había el año pasado, comparado con lo que encontramos hasta la fecha, ha disminuido.
¿Pero aún se ven a muchos en las avenidas y los semáforos?
Estos menores están en completo riesgo social, porque ellos acompañan a sus padres o son mandados por sus progenitores para vender algunos artículos. Ellos al estar en la calle y ver el funcionamiento de esta vida, se van acostumbrando a tener dinero y cuando cumplen los 12 o 13 años se quedan en esta situación.
¿Cómo debe actuar la población ante esta realidad?
La actitud que debe asumir la población cruceña, responsable de cada una de las vidas que se encuentran en la calle, es no darles dinero, no permitirles que nos limpien los vidrios de nuestros vehículos, porque cuando sucede esto nos vemos en la obligación de darles unas monedas. Este dinero ellos lo ocupan en el consumo de sus vicios y de sus hábitos que tienen. Es mejor no darles nada, de lo contrario les hacemos un asistencialismo y les permitimos seguir en la calle

Los centros que existen en la ciudad son de puertas abiertas

Uno de los principales problemas con los que tropiezan las autoridades y las instituciones que trabajan con las personas en situación de calle, es la falta de un centro de acogida construido por alguno de los niveles de Gobierno (nacional, departamental o municipal). Los 21 que funcionan son regentados por privados y solo cuentan con el apoyo de las autoridades locales en becas alimenticias y pago de servicios básicos.
Pero además, todos estos lugares son de puertas abiertas, vale decir, que ninguna de las personas que llega a los mismos está obligada a quedarse hasta su rehabilitación plena.
Por ejemplo, de las poco más de 230 personas que fueron retiradas a lo largo de 17 intervenciones en la zona de los defensivos del río Piraí, a la fecha solamente 17 permanecen en los centros a los que fueron derivados en medio de la publicidad mediática que se realizó.
Otra muestra de que es necesario tener un espacio en el que la salida sea restringida, es lo ocurrido el pasado martes. Durante esa jornada se volvió a intervenir la zona conocida como favela, y se rescató a 35 personas, de entre 14 y 69 años. Un día después, las autoridades verificaron que solo siete se habían quedado en estos centros, ya que los restantes se dieron modos para salir y volver al mismo círculo vicioso de la calle.
La exjueza del menor, Gaby Suárez, reconoció que esta situación puede generar falencias en el sistema de justicia restaurativa, ya que no hay espacios para que los adictos, que en muchos casos terminan cometiendo algunos delitos, se recuperen.
Sin embargo, la exautoridad apuntó que en la nueva normativa relacionada con los derechos y deberes de los adolescentes y menores, se establece una figura en la que los que fueran encontrados en situación de calle y que se identificaran elementos suficientes para presumir que cometieron algún ilícito, se les propondrá aceptar ingresar a un centro de rehabilitación de puertas cerradas a cambio de no ser procesado por la vía ordinaria penal.
- Fuente: EjuTv

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